Si creíste que tu bolso de Prada o tu cartera de Adolfo Domínguez se fabricaron en China o en países del tercer mundo estás muy equivocado, ya que su origen está más cerca de lo que piensas. Loewe, Louis Vuitton, Givenchy, Carolina Herrera, Montblanc, Balmain, Nina Ricci, Christian Dior o Cartier son solo algunas de las grandes firmas de lujo que se fabrican en Ubrique, una pequeña localidad de la sierra de Cádiz.
A pesar del contrato de confidencialidad que imponen las firmas a las fábricas de piel, en sus calles es un secreto a voces. Y es que en Ubrique se producen maletas, bolsos, monederos, tarjeteros, cinturones y todo tipo de complementos de alta gama y de una gran calidad. Con una tradición que se remonta a las culturas romanas y árabes, fue en la Edad Media cuando el trabajo de la piel tuvo su mayor auge en Ubrique. Sin embargo, no fue hasta los sesenta cuando comienza a tener un desarrollo industrial.
Hace unos años, las grandes firmas abandonaron Ubrique para llevar la producción a China y poder así abaratar costes. No obstante, la calidad de los productos dejaron mucho que desear y eso hizo que al final les saliera más caro. Es por ello que poco tiempo después volvieron a Ubrique, donde la fabricación, terminaciones y acabados marcan la diferencia.
Allí podrás visitar las fábricas de donde salen tus complementos favoritos e incluso ver cómo se trabaja la piel in situ. Además, no te puedes perder el “Museo de la piel” donde, a través de un fantástico tour por sus estancias, conocerás todos los secretos de la marroquinería. Ya sabes, cuando adquieras tu nuevo Chanel piensa que muy posiblemente esté fabricado en tu propio país, en tierra de toreros y glamour.
